Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!

Sólo son las tres de la tarde y ya llevo un día un poco estresante. A primera hora nos aparece en la oficina una pieza de 1mX80cm. y de 40 kg. de peso con el palet que tenía que estar a las diez de la mañana en La Coruña y estaba aquí, en Sant Cugat.

Luego nos llama un cliente puñetero que quiere tal y cual pieza. Los mecánicos que no se aclaran con las máquinas; que si la feria de no sé donde; que si los viajes... en fin un auténtico caos. De aquellos días que te irías a la montaña a gritar y desfogarte.

Luego, después de trabajar he de llevar el coche al taller para que revisen los elevalunas. A patear media hora hasta casa. Espero que cuando llegue a mi piso no tenga una "diferencia de opiniones" con mi hijo o mi marido porque si no creo que me iré al puente que está delante de casa y haré el salto del ángel.

Lo dicho: "AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH"

Bien, supongo que todos tenéis esos días. Pero si no lo cuento me tiro directamente desde la ventana del trabajo.