martes, noviembre 07, 2006

Los conductores de servicios públicos

Se supone que las personas que trabajan en el servicio público deben ser personas educadas y amables que entiendan que trabajar de cara a los usuarios es tarea árdua y requiere mucha diplomacia y grandes dosis de paciencia.
Esta mañana, al subirme al autobús que me lleva al trabajo he saludado con un "buenos días" al conductor. No ha dicho ni mú. Vale, si ha de devolver el saludo a todo el mundo pues te puedes morir. Nada que objetar.
En una de las paradas una chica se ha confundido y ha vuelto a subir al autobús. Le ha hecho volver a pagar el viaje. Si esto es reglamentario no hay problema. La cuestión es la forma seca y rayana en la impertinencia de decírselo: "¿que te has equivocado?Me da igual, PAGA OTRA VEZ." Lo pongo en mayúsculas no porque le haya gritado sino para subrayar la sequedad y grosería implicadas en estas palabras. Le ha hablado despreciativamente, como si la mujer en cuestión fuera tonta. Primero he pensado que a lo mejor la trataba así porque era latinoamericana, pero luego he podido constatar que no.
En la siguiente parada se ha subido bastante gente. Es la de la estación. Justo cuando arrancaba una chica se ha puesto a picar a la puerta para que le abriese; había venido corriendo desde la estación para poder subirse al bus. Ni se ha inmutado. Varios viajeros le han pedido que por favor abriera la puerta porque esa chica siempre le coge a esa hora. Nada. Como si oyera llover.
Los otros conductores/as del autobús suelen ser personas amables y educadas que nada tienen que ver con este imbécil integral. Pero la verdad es que cuando te toca uno de éstos te toca "el gordo": el que le cae mal a todo el mundo.

3 Comments:

Blogger Unknown said...

de todo tiene que haber...

3:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Si de todo tiene que haber pero ese tio debería trabajar solo y ahí rompiendose lor cuernos contra la pared, joer.

11:37 p. m.  
Blogger Meg said...

Yo te podría contar mil y una historias con la de gilipolleces que hacen los conductores de mi línea. Cojo el bus 4 veces al día (otra veces, más, porque cojo otras líneas) y he llegado a la conclusión siguiente: los conductores que llevan líneas urbanas (Murcia sigue siendo pequeña) son más amables que los que llevan líneas interurbanas (las que van a los pueblos limítrofes). Dentro de la mía tenemos uno terrible al que llamamos "el Huesos" porque es delgadísimo y es un coñazo de tío, maleducado a más no poder y un borde.

De esos tíos hay en todos lados, si no quieren llevar pasajeros, joer, que se pongan a transportar mercancías.

10:17 a. m.  

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