El planeta pobre
Cuando salgo de trabajar me voy andando hasta la estación de los Ferrocarriles Catalanes de la Generalitat. Hago lo mismo cada mañana y cada tarde, porque de la oficina al tren hay veinte minutos paseando y así hago algo de ejercicio.
Ayer llovió bastante. Por la tarde, nada más alir del curro empezó a llover y cada vez lo hacía con más fuerza. Saqué mi paraguas, lo abrí y empecé a caminar rumbo a la estación. Se veían muchas mamás con sus niños que corrían para llegar a casa pronto para así no quedar calados hasta los huesos. Doblo la esquina de la calle que lleva hasta la estación y se me cruza una mamá de esas pijas que tanto abundan en la ciudad donde trabajo y su hija, una pequeñaja de cuatro o cinco añitos. No llevaban paraguas.
Os transmito la pregunta que le hizo la niña a su madre, para ver si alucináis tanto como yo:
- Mami, ¿tú sabes si ahora llueve también en el planeta de los pobres? Porque claro, si llueve en su planeta podrán tener algo de agua, ¿no? ¿Y si no les llueve como aquí, qué? ¿Se morirán?
Es decir, chicos y chicas, que por lo visto yo vivo en otro planeta, porque no soy de su nivel económico ni de lejos. ¿Qué clase de educación le da esa mujer a su hija?
Os dejo que lo penséis y me digáis vuestra opinión.
Un saludito.
2 Comments:
Pues que habría que regar el planeta de los pobres con la sangre de la madre de la niña. Así de simple.
Ella se refería al planeta de los simios.
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