martes, junio 06, 2006

Sueños

Esta noche he estado soñando con mi infancia. Debe ser que voy a cumplir treinta y siete años, porque no hago más que recordar cosas con nostalgia.
Esta vez le ha tocado a las excursiones que hacíamos con mi abuelo (ese ser tan original y que ahora anda algo cascadillo) todos los primos cuando éramos peques; cuando todavía no estaba completamente urbanizado todo el terreno rústico que había. Entonces existían grandes campos para correr, montañas que subir (eran terraplenes pero a nosotros se nos antojaban picos), barrancos por los que deslizarse sobre tanta hierba que había y luego volver a subir ayudados por aquellos mismos matojos.
Estaba soñando que nos tirábamos todos haciendo una especie de carrera, barranco abajo resbalando sobre las plantas para ver quien llegaba primero al fondo. Yo iba la primera, reía a carcajadas y al girar la cabeza veía a mis primos y mi hermana intentando coger velocidad. Iba bajando rauda y veloz. Bajaba y bajaba...
Me he caído de la cama. A las cinco de la mañana.
Sí, así como suena, se ve que de tanto soñar que estaba bajando, he bajado de verdad, pero a lo bestia. Me he pegado un tortazo de esos de órdago. La parte derecha de mi cuerpo ha dado contra el suelo; mi cara contra la mesita y luego contra unos cuadros que tengo en el suelo (espero no haberme cargado ninguno).
Chiringui se ha despertado de un bote al oír el estruendo. Mi hijo ni se ha inmutado. Mi pobre esposo ha intentado subirme a la cama, medio dormido. Yo, también medio dormida todavía me he deshecho de sus brazos como he podido y he trepado hasta tumbarme. Allí, mi marido preocupado: "¿te has hecho mucho daño? ¿pero en qué coño estabas pensando? ¿cómo lo has hecho?". Me he empezado a reír por lo cual él ha empezado a comentar chorradas: que si me va a poner un arnés de protección en la cama (cuñado, prepara unos mosquetones), que si ya no hace falta que el despertador suene porque ya se ha despertado del todo, que vaya forma de despertarlo que tengo...
Hemos acabado los dos riendo. Eso sí, a las dos y veinte del mediodia, todavía me duele al lado derecho de mi cuerpo.
Os dejo que he de hacer una traducción.

3 Comments:

Blogger Mr.Celofan said...

Paya, los mosquetones baratos, me los quitan de las manos.

12:08 p. m.  
Blogger Meg said...

Espero que el dolor se te pase pronto, pero vaya faena despertarse de un sueño así con un caída.

Ahora Chiringui lo que tiene que hacer es darte mimitos...

12:43 p. m.  
Blogger Dammy said...

A mi eso no me pasa desde mi más tierna infancia, aunque he de confesar una cosa... Hecho de menos aquellos tortazos que me daba mientras soñaba que me caia, a ver si alguna vez tengo la oportunidad de escribir un post igual que el tuyo pero sin dolor, jejeje.

Un blogbesico.

4:33 p. m.  

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