Cosas en común

Hoy en día, en nuestro país, existe un vasto abanico de culturas debido a la inmigración. Y todas estas razas, etnias, religiones o comunidades tienen unas costumbres muy diferentes la una de la otra.

Yo vivo en un barrio que fácilmente podría pasar como una delegación de la ONU. Hay autóctonos, musulmanes, hispanoamericanos, japoneses, chinos... Supongo que a todos nos pasa lo mismo.

Para llegar a casa, cada día he de cruzar una plaza muy grande que tiene varias terrazas y, por supuesto, unos cuantos bares. Estos últimos están repartidos: hay dos que son "nacionales" y un par son de latinos y los otros dos restantes son ocupados siempre por árabes. Lo más curioso de todo y lo que me hace mucha gracia es que; pese a su abismal diferencia cultural, en las mesas de las terrazas se ha puesto de moda un juego en el cual se enfrascan como si les fuera la vida en ello: el parchís.

Cada tarde cuando paso veo cuatro o cinco tableros de parchís en cada terraza y los jugadores se entregan a ello como si fuera la final de los Mundiales o algo parecido. Cada uno en su idioma habla, gesticula y discute las jugadas como si de una negociación diplomática se tratara. Todos en paz, jugando tranquilamente... eso me da que pensar que ojalá todos los problemas del mundo actual se solucionaran alrededor de un tablero de parchís o; al menos, y como pasa en mi pueblo, los unos y los otros se dejaran en paz y se dedicaran a hacer algo que, de momento, no es nocivo ni destructivo para nadie y los mantiene a todos entretenidos.

No sé, era algo que me apetecía explicar. Que tengáis una buena semana. ¡Y no os derritáis con el calor!