martes, julio 04, 2006

Meter la pata

Ante todo, y antes de empezar este post, quiero dar mi pésame a las personas que han perdido a sus seres queridos en el accidente de metro de ayer lunes en la ciudad de Valencia. Todo mi cariño, solidaridad y comprensión para los afectados y familiares.
Y, aunque no sirva de mucho, quiero hacer asomar una pequeña sonrisa a los rostros de todos. Por lo tanto, hoy hablaré de una de mis especialidades: meter la pata o decir cosas en el momento menos oportuno. Iré enumerando unas cuantas. Por suerte, mis meteduras de pata no tienen tanta repercusión como las del jefe de mi "querido" Marianico el Corto.
1º Con quince años, en 1º de FP, y comentando el fin de semana. Un grupo de chicas. Les explico que el domingo me despertaron a las nueve de la mañana cuando unos testigos de Jehová llamaron al timbre para dar un rato la vara. Digo que me tienen harta y que acabaré llamándolos como mi padre: los "testículos" de Jehová, más que nada por lo toca pelotas que son. Una de las chicas se queda mirándome, me dice:"yo soy testigo de Jehová". Se levanta y se va. Ni que decir tiene que en el grupo se hizo el silencia más absoluto ni que nuestra amistad no volvió a ser la misma.
2º En mi primer trabajo, que duró catorce años. Era en un colegio. Hicieron unas camisetas para venderlas a beneficio de UNICEF. Tenían un dibujo; y se suponía que lo había hecho un profesor. Junto a una compañera de trabajo y comentando el mencionado dibujo, dije que la persona que había hecho el diseño se había quedado descansando, pues en vez de un adulto parecía que lo hubiera hecho un niño de cinco años y que vaya dibujo más tonto. La compañera en cuestión, que era la informática, me dice: "ya, me dijeron que lo hiciera lo más infantil posible y salió eso".
3º La misma compañera. Vestía fatal la pobre, pensad que incluso de dirección le llamaron la atención sobre el tema, ya que el cole es de los más pijos de Barcelona. Un día vino relativamente bien y le dije "Vaya, ¿qué te han vuelto a comentar lo del vestuario?". Me mira sorprendida y me dice que no. De verdad que quería que se me tragase la tierra.
4º Cumpleaños de una prima mía en su piso. Veo una lámpara y me dedico a comentar en voz alta que "vaya porquería, de donde la has sacado, cómo se te ocurre comprar estos cuatro alambres, es horrible..." A todo esto, un amigo en común mirándome con los ojos desorbitados y yo sin entender el por qué hasta que se me acerca el novio de ella (su pareja y padre de su hijo, un precioso bebé en la actualidad) y me dice: "Sí, se la diseñé yo y se la regalé el día de los enamorados, ¿a que es original?".
5º Paseando por Sitges una noche de verano. Vamos una colla y de repente diviso a la hija de una prima mía que parece que hace lo imposible por esconderse de mí. Empiezo a llamarla y a gesticular y no le queda más remedio que darse por aludida. Iba con un chico, los dos juntitos... ¡y no era su novio!
Bueno, seguro que me dejo alguna, pero espero que al menos hayan sido graciosas.

2 Comments:

Blogger Unknown said...

Desde luego eres a esto como el Ronaldinho al fútbol

Besos

4:28 p. m.  
Blogger Dammy said...

1º. Tu amiga sería una mala testigo de Jehová, y es que ¿no se supone que deben poner la otra mejilla?

2º. Oye, que tú no tienes la culpa de que ella dibuje mal...

3º. Lo mismo que lo anterior, ¿tienes tú la culpa de que ella vistiera mal?

4º. Que no entiendas de arte, ¿es culpa tuya? ;-)

5º. Bueno, el problema hubiera sido de ser al revés, que hubieras ido tú con otro que no era tu novio, ¿no?


En cualquier caso, siempre estás a tiempo de superar cualquier tiempo pasado... ;-)

Un blogbesico.

1:50 p. m.  

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