jueves, octubre 19, 2006

Mi vecina

Está claro: mi vecina es un coñazo. No sólo nos tortura con los dichosos Camela si no que ahora, además, ha añadido dos modalidades nuevas de atormentarnos, a saber:
1º El último de sus novios tiene la "bonita" costumbre de, a eso de las once de la noche o así, ponerse a silbar como un poseso debajo de nuestros balcones. Aparca el coche y empieza la serenata hasta que la señorita le abre la puerta de casa. ¿A qué viene este numerito? Muy sencillo: ella tiene dos hijos menores y vive mucho de las prestaciones sociales; por lo tanto no le conviene que sepan que tiene pareja. Así que durante el día está con los niños y curra (aunque no sé si creerme esto último pero eso parece) y por la noche, a la hora mencionada, Romeo hace su aparición es escena deleitándonos con su gran gusto musical. Supongo que abandonará el piso muy de madrugada porque nunca lo he visto salir de día. Y encima va de chulito y perdonavidas el muy imbécil.
2º Durante el verano y debido a que la basura, por aquello de los calores, aumenta su hedor en las casas; no se le ocurrió otra cosa que dejarla en la puerta de su casa, en el rellano. Como es natural la escalera se impregnaba de los aromas que desprendía la puñetera bolsa. Y no la dejaba un ratito, no... hubo una que se tiró un día y pico ahí, asaltando nuestras narices cual yanqui a los pobres iraquíes. Hasta que al final se me inflaron los ovarios y me puse a despotricar en la escalera sobre la puta bolsa y el olor asqueroso que hacía. Esto hizo que desapareciera la bolsa un mes. Y ahora no sólo deja la bolsa sino que se ha animado a dejar también el cubo de fregar con el mocho incluído. Esto último ha estado ¡tres días! fuera. Supongo que quiere dejar claro que ella también frega. Lo que sea, pero frega.
Como veis, es una toca narices de cuidado.

2 Comments:

Blogger Unknown said...

Doy fé, es mas guarra que el agua de su cubo de fregar.

2:45 p. m.  
Blogger Mr.Celofan said...

Yo contraatacaría.

10:22 a. m.  

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