sábado, abril 14, 2007

La ventrílocua

Tengo la voz hecha polvo. La tengo rota, y cuando alguien habla por teléfono conmigo o dice que estoy ronca o que parezco la Pitufina. Normalmente me preguntan si estoy resfriada y yo contesto que no, que es mi voz de siempre que la tengo así.

Cuando mi hermana era pequeña y jugaba con ella, me tocaba hacer las voces de la mayoría de los muñecos que rondaban por casa y también jugando sin ellos tenía que hacer voces.

Ahora parece que haya vuelto atrás en el tiempo con la diferencia de que mi hermana se ha convertido en un niño de cuatro años y medio que me pide constantemente que imite las voces de Lilo y Stitch, del genio de Aladdin, de Super Mario, de Yoshi, de Hércules, de Pocoyó.. es decir, de todos los dibujos animados que le gustan a él.

Y lo bueno es que no saco ninguna voz diferente; sólo uso la mía en tonos más agudos o graves. Lo único que intento imitar son los acentos de sus personajes favoritos.

Estoy hasta las mismísimas narices de imitar voces. Y deberíais escuchar las parrafadas que me pega mi hijo cuando estoy imitando a alguno de sus dibujos.

En fin, que voy a seguir imitando a Sticht que parece que es lo que toca esta tarde. Que tengáis un buen fin de semana y cuidaos mucho.

2 Comments:

Blogger Unknown said...

Y lo contento que se pone?

12:48 a. m.  
Blogger Burnout. said...

Que te sea leve su "stichizacion" yo por ahora con el mío me dedico a Gustavo y Elmo...
Te comprendo muy bien.
Un saludo.

5:59 p. m.  

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