De compras
Ayer, aprovechando que había dejado a mi niño en el cole y tanía que hacer varios encargos, me di un paseo por el centro de mi ciudad. Y me fui de escaparates. Tenía la sensación de que debía comprarme algo, y acerté. Cuando llegué a casa me llamaron para una entrevista de trabajo.
El sábado estuvimos en un centro comercial mirando ropa para mi hijo. Le compramos una cazadora monísima en una franquicia de una de las cadenas de tiendas de ropa más famosas del país. Pero al mirar la ropa de mujer me llevé una decepción: la talla máxima era la 42 y yo uso la 48-50 de pantalones y faldas. La talla XL ya ni me molesté en probarla, porque si eso es una talla XL no quiero ni imaginar lo que será la talla pequeña: la talla más grande no me entra, es que no. Además, como dice Chiringui, no sé por qué miro la ropa en esa tienda si siempre que lo hago salgo deprimida o llorando de allí. Y en la otra cadena de tiendas ya es que ni entro siquiera si no es para mirar ropa para mi hermana o amigas. De hecho, tampoco me puedo comprar lencería en según que sitios: no existe la ropa bonita para las tallas grandes. O sí que existe pero vale un pastón. Y si preguntas a la dependienta para saber qué tallas hay, te mira de arriba a abajo con cara de pena.
Pero ayer, como ya os he dicho, iba mirando ropa y me llevé una sorpresa. Entré en una tienda de ropa tejana y de sport para comprame unos tejanos que me hacen falta. Vi una blusa preciosa. Me quedé mirándola embobada y luego salí a la calle pensando que seguramente no tendrían mi talla. Pero, a unos cien metros de la tienda, pensé que qué narices, que volvía y preguntaba. E imaginaos la alegría cuando la dependienta me dijo que había la talla XL. Después me inquietó que a lo mejor era la misma XL que en la otra tienda pero me la probé: ¡era mi talla! La blusa es para llevarla abierta con un top debajo. Además, la chica me sacó unos pantalones y cuando le dije mi talla me miró también de arriba a abajo pero no con cara de pena, sino de duda. Me sacó tres tejanos de diferentes tallas y me dijo: "Mira, tú dices que esa es tu talla pero por favor, pruébate estos otros dos que son un40 y un 44."
Le hice caso... ¡y me cabía la 44! Total, que salí de allí con 140 euros menos pero con el ánimo por las nubes. Y aquí me tenéis, comiendo cortezas de cerdo de las buenas. Pero prometo que, después de la alegría que me llevé ayer con las compras, dejaré la nocilla, el nesquik y todas las pastas excepto los donuts de chocolate de nuevo. Y esta vez espero que me pase como cuando dejé parte de mis "vicios"hace un par de años: perdí siete kilos.
De verdad, hay veces que la vida te da algo de ánimos.
7 Comments:
Se que este comentario me saldra caro, pero no hay nada mas peligroso que una mujer que sale a la calle pensando en gastar.
Represalias en breves momentos...
Ya, y vosotros dejad suelto al Chiringui en un Media Markt o en un Centro-Mail, que vais a alucinar.
Si, como la última vez, al lío. Triste pelicula de rebajas para El chiringui, videojuego para mi Damién particular, peli para Inés y regalazo(7 pelis creo para Mr. Celofán).
Salian del Media Markt que parecían niños con zapatos nuevos.
Si, como la última vez, al lío. Triste pelicula de rebajas para El chiringui, videojuego para mi Damién particular, peli para Inés y regalazo(7 pelis creo para Mr. Celofán).
Salian del Media Markt que parecían niños con zapatos nuevos.
Eres feliz? Disfrutas con tus "vicios"? Joé!! Pues ya está!! Que no te pase como a mi, falta de apetito y ahora venga a comprarme ropa.
Viva mi regalo !!
No creo que en Rubí hayan puesto esa tienda, pero seguro que en Barcelona sí hay (entre otras cosas, porque creo que la empresa es catalana), así que busca una tienda llamada "Punto Roma" (de la que ha sido imagen Norma Duval). Es como el Zara pero para mujeres que se salen de la tanda estándar 38-40. Los trajes de dos piezas se venden por separado (porque no tenemos la misma talla arriba que abajo) y tiene desde ropa deportiva-pija (chándales de ciertopelo y esas cosas), ropa casual wear (vaqueros, jerseys, parkas, camisetas), ropa de vestir (trajes, camisas, etc), complementos (bolsos, pañuelos, cinturones, paraguas, etc). Es un poco cara, pero merece la pena para las que rebasamos la talla 44.
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