Emigrar
¿Es malo querer esto para mi hijo?
Todos nuestros allegados saben una cosa: nos queremos ir de la ciudad en la que vivimos. Y no nos queremos ir a la población de al lado. Queremos irnos a los Pirineos.
Hace unos años visitamos a unos parientes que tienen una casa en el Pallars Jussà en Lleida. Nada más llegar allí y ver el espectáculo que ofrecían aquellas montañas, Chiringui y yo nos miramos y, sin necesidad de cruzar palabra, supimos que lo queríamos era un sitio así para vivir.
¿Que por qué nos queremos largar? Muy sencillo: estamos hartos de la tensión que lleva la vida en una ciudad; de que le gente vaya por ahí mirando a todo el mundo como si estuviera dispuesta a matar a alguien; del stress que hay; de ir esquivando heces caninas y jeringuillas; de que nuestro hijo tenga que jugar constantemente vigilado; del odio que crece por momentos contra la gente que llega aquí buscando una oportunidad para vivir; de estar metidos en un piso porque no te puedes comprar una casa debido al precio astronómico de todo; de que cada vez vas más ahogado y lo bueno es que no te gastas un duro; de aguantar a la vecina de al lado con Camela a todo volumen; de los vecinos de arriba con sus discusiones; del ruido que hay en la carretera que pasa por debajo de nuestras ventanas...
Si siguiera quizá tardaría mucho en acabar. En fin, que cuanto antes nos larguemos mejor. El problema es encontrar curro y casa pero eso ya es otra historia.
Todos nuestros allegados saben una cosa: nos queremos ir de la ciudad en la que vivimos. Y no nos queremos ir a la población de al lado. Queremos irnos a los Pirineos.
Hace unos años visitamos a unos parientes que tienen una casa en el Pallars Jussà en Lleida. Nada más llegar allí y ver el espectáculo que ofrecían aquellas montañas, Chiringui y yo nos miramos y, sin necesidad de cruzar palabra, supimos que lo queríamos era un sitio así para vivir.
¿Que por qué nos queremos largar? Muy sencillo: estamos hartos de la tensión que lleva la vida en una ciudad; de que le gente vaya por ahí mirando a todo el mundo como si estuviera dispuesta a matar a alguien; del stress que hay; de ir esquivando heces caninas y jeringuillas; de que nuestro hijo tenga que jugar constantemente vigilado; del odio que crece por momentos contra la gente que llega aquí buscando una oportunidad para vivir; de estar metidos en un piso porque no te puedes comprar una casa debido al precio astronómico de todo; de que cada vez vas más ahogado y lo bueno es que no te gastas un duro; de aguantar a la vecina de al lado con Camela a todo volumen; de los vecinos de arriba con sus discusiones; del ruido que hay en la carretera que pasa por debajo de nuestras ventanas...
Si siguiera quizá tardaría mucho en acabar. En fin, que cuanto antes nos larguemos mejor. El problema es encontrar curro y casa pero eso ya es otra historia.
4 Comments:
Se aceptan sugerencias
Vaya disgusto le vas a dar a tus suegros, bueno, si les dejas a su nieto a lo mejor no.
A mi suegros y a mis padres. Nos matarán por llevarnos al nieto "al fin del mundo" como parecen opinar ellos. Besos, celofán y hasta mañana.
Últimamente estoy pensando en mandarlo todo a la mierda (con perdón) y dejarme la familia, el puto trabajo y los amigos e irme a uno de esos pueblos que se están despoblando a empezar desde cero, porque cada vez me gusta menos el ritmo frenético de vida que llevo: entre 9 y 10 horas de trabajo al día, mal remuneradas, compartiendo habitación con mi hermana (y ya tenemos 28 y 22 años respectivamente), con discusiones diarias en casa, sin pareja que me consuele... De verdad, no sé porqué no lo hago, ¿será miedo?
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