Obsesiones

Siguiendo con los comentarios sobre mi original familia e iniciando una serie de posts que os permitirán comentar sobre las vuestras, os hablaré de las rarezas de una de mis tías.

Imaginaos por un momento que vivís en casa con vuestros padres (no hace falta imaginarlo, lo sé) y que os apetece un yogur. Os lo coméis, tiráis el envase a la basura y la cucharilla la dejáis en la pica porque os habéis dado cuenta de que se hace tarde pensáis que ya la fregaréis luego, que lo hará vuestra madre o que alguien la pondrá en el lavaplatos.

Al rato volvéis a casa y como es lógico la cucharilla ya no está en la pica.
Pasan los días y no os acordáis más del tema, hasta que decidís poneros el jersey rojo de punto. Vais al armario, cogeis el jersey y al desdoblarlo... ¡Sorpresa! cae una cucharilla de dentro.
Pues bien, eso le pasa a mi prima con su madre. La cucharilla en cuestión es la del yogur que ella no fregó en cuanto la uso. Mi tía, que es una obsesa (mas bien enferma) de la limpieza tiene la poco sana costumbre de, cosa que deja mi prima en la pica, se la esconde entre la ropa para que se de por aludida y la fregue en cuanto la use. No solo le ha pasado con la cubertería, eso de dejar un vaso o una taza sucios en la cocina para luego ponerlos en el fregaplatos o lavarlo, ha dado como resultado que en su habitación (la de mi prima) aparezcan los mencionados utensilios exactamente como ella los dejo en la cocina, ni que decir tiene que en cuanto ha podido se ha ido a vivir sola